Enfermedad del noma

El noma es una gangrena oral devastadora que destruye rápidamente los tejidos faciales blandos y duros, y se da sobre todo en niños de 2 a 6 años.

Si se detecta a tiempo, es tratable con antibióticos. Sin embargo, al no ser conocida por los profesionales sanitarios, la mayoría de los casos no reciben tratamiento, evolucionan rápidamente y conducen, en el 90% de los casos, a la muerte del niño en apenas dos semanas.

Para los pocos que sobreviven, es muy probable que las malformaciones permanezcan de por vida, lo que conlleva estigmatización y aislamiento.



Estadios de la enfermedad



ESTADIO 1

Gengivitis necrotizante

ESTADIO 2

Edema

ESTADIO 3

Gangrena

ESTADIO 4

Cicatrización

ESTADIO 5

Secuelas

Fuente de las imágenes: OMS

La enfermedad es precedida por una simple gengivitis. El primer estadio se caracteriza por una gengivitis necrotizante con olor fétido, dolor y con posible hemorragia, que va seguida de edema en las mejillas. 

Hasta el estadio 2, la enfermedad es tratable con antibióticos. Sin embargo, en su ausencia, la enfermedad puede evolucionar en tan solo una semana al estadio 3. A partir de este estadio, la vida del niño corre peligro. Es necesario desbridar y vendar la herida, además de aportar nutrición e hidratación. 

En el 90% de los casos, después del estadio 3 el niño fallece. Si sobrevive, necesitará cirugía reconstructiva para reparar las cicatrices, que ciertas a veces impiden hablar o comer, pero que en la mayoría de los casos conllevan estigmatización y aislamiento de la sociedad.


Carga de la enfermedad



En los últimos años, se han notificado casos de noma en muchos países de todo el mundo, pero principalmente en países de renta baja y media de África y Asia. En los países occidentales, se dan casos esporádicos en adultos inmunodeprimidos.

La incidencia estimada por la OMS en 1998 es de 140.000 nuevos casos al año. Sin embargo, es muy probable que se trate de una subestimación, ya que un estudio de prevalencia aleatorizado en el noroeste de Nigeria estimó que un 0,18% de niños de 0 a 15 años sufría la enfermed. 

Las estimaciones de mortalidad están sujetas a la misma escasez de datos, pero sin duda es muy elevada. Según informes recientes, alcanza el 90% después de la fase de edema si no se trata.

En Mozambique, el último caso notificado data de 2009. Sin embargo, esto no significa que no haya casos, sino que pasan desapercibidos, silenciados por la pobreza. Los niños suelen ser atendidos primero por curanderos tradicionales y, cuando los remedios no surten efecto, la enfermedad ya está demasiado avanzada y el niño muere antes de llegar al hospital, donde podría haber quedado constancia. Así, el olvido de la enfermad continúa en un ciclo vicioso de pobreza y desconocimiento.



Etiología



Aún se desconoce la patogénesis de la enfermedad, pero existe consenso sobre su naturaleza multifactorial.

No se ha aislado un patógeno específico de forma consistente en todos los pacientes con noma, sino que se suele observar un desequilibrio del microbioma oral. 

No es contagiosa, ni recurrente, y los factores de riesgo encontrados son: ser menor de 6 años, estar desnutrido, no tener la vacunación completa y haber tenido recientemente otra infección.



El noma a través de la historia



1595: Se describe el primer caso de noma por un cirujano holandés y se bautizacomo "cancro de agua"


Siglo XVII

La enfermedad es común, los cirujanos ingleses la denominan cancrum oris (cáncer oral). Los cirujanos holandeses creen que es diferente del cáncer y lo denominan noma (del griego "tierra de pastos", "algo que se propaga rápidamente").


Siglo XVIII

La enfermedad se relaciona con la malnutrición, la pobreza y con enfermedad reciente, sobre todo el sarampión.


Siglo XIX

Se desarrollan procedimientos quirúrgicos. En 1828 se publica el libro sobre el noma "Der Waserkrebs der Kinder", que sería el único durante los siguientes 173 años.

En la segunda mitad del siglo desaparece el noma en Europa y Norteamérica gracias al progreso económico y, por ende, la desaparición de la hambruna, lo que evidencia que la pobreza es un imperativo.


Siglo XX

Primera Guerra Mundial

Habiendo desaparecido el noma durante años, los soldados que vivían en las trincheras sufrieron su precursor: la Gengivitis Ulcerativa Necrotizante Aguda (GUNA), llamada entonces estomatitis de Vincent y a partir de entonces "boca de trinchera". Se atribuía a la falta de higiene bucal, a la carencia de vitaminas, al tabaco y al estrés psíquico provocado por la guerra.


Segunda Guerra Mundial

Se volvieron a ver casos en los campos de exterminio nazis debido a las atroces condiciones de vida. Los archivos son inencontrables, pero las memorias de los supervivientes indican que había un Departamento de Noma dentro del hospital del Campo Gitano de Auschwitz Birkenau, donde un gran número de pacientes con noma fueron tratados por Berthold Epstein, un prisionero, bajo la supervisión del médico de las SS Josef Mengele. Curiosamente, sólo se registraron casos en el campo gitano, aunque las condiciones no eran peores que las de otras etnias.